Luces que pasan de la madrugada certera, aquí como en la playa hace el mismo calor 22 grados y el sillón se convierte en mi mejor amigo, aquí tengo paz, lejos de todo lo cotidiano que puede haber en esa mi cama favorita.
Lo que diré a continuación lo diré son enojos, recelos o golpes de pecho pasionales, lo digo solo y tan solo como es; quiero la habitación pintada de azul con la cama grande y unos pants como pijama, quiero eso una noche. El resto de mis días quiero el diseño kitsh en una habitación diseñada para el amor de pareja.
Ahora no puedo dormir en mi cama pequeña, necesito una cama grande donde pueda dar vueltas o brincar en tu cuerpo, mientas me llamas por mi nombre de pila, mientras tu aliento entrecortado me dice todo lo que no puedes decirme sin la acción del sexo, después quiero el tantra para el resto de mis días, con las posiciones incansables del kamasutra y verdaderos te amos salidos de esa boca pequeña.
Quiero una taza de café en lo privado de un tercer piso donde se digan esas cosas que se quedan en el aire y que se dan vueltas cada vez que cruzan contextos, miradas y mensajes; el resto de mis días quiero el vino y la cena delicadamente arreglada para tener un orgasmo bucal.
Hoy quiero estar despierta; el resto de mis días quiero soñar.