Qué triste va ser cuando nos dejemos libres y esperes con ansias
el momento de verme ir con otro, de gritar “¡te lo dije, yo lo sabia tienes a
otro!” y yo caminé en directo a la soledad. Porque si esto no funciona contigo,
el único a quien le entregue mi corazón por completo, no tengo la intención de
buscar algo más doloroso con alguien más.
Qué triste va ser cuando te des cuenta que yo te amo, aunque
sea a mi tosca manera y no como tú lo quieres, yo ya no tenga la intención de
seguirte amando. No tenga la intención de amar a nadie en absoluto porque
empiezo a creer que esto del amor es un castigo divino, sufrir solo por
sospechas absurdas y malos fundamentos. Porque yo te hice así ¿y tu como me has
hecho? Tal vez fría y sintiéndome apresada en una relación que no es bonita
cuando se llenan de reclamos de porque no dije lo que querías o porque me
voltee cuando no debía.
Qué triste pero hoy parece tan inevitable, creo
que si tu no me amas como soy nadie lo hará, maldito el momento en el que soy
como soy y a la gente no le gusta. Y que si me tiran la onda, yo solo tengo
ojos para tu y cuando los deje de tener no serán para nadie más. Simplemente no
serán.