A mi lector

La vida cotidiana esta llena de personas con dobles identidades, y un día de desahogo sentimental decidí crear este blog con el fin de darle voz a mi cerebro, donde mis mas bajas pasiones, mis intentos de asecinato social y mi manera de pensar bajo los efectos de ocio; forman reconditas ideas. Te invito a sentir lo que yo, a odiar conmigo y a... ¡Bueno a la Chingada! solo lee si quieres ok?

sábado, 31 de octubre de 2009

Mis pies descalzos al calor de la arena

Voy camino al hogar, el cielo llora de alegría mientras escucho Vivaldi, Filio y algo de Christina Aguilera; mi libro y mi maleta naranja me acompañan, sé que llegaré tarde para que el clima sea cálido de noche, pero aun así prenderé el ventilador de madrugada; la cena estará lista sobre la mesa y probablemente sea algún pollo con arroz de la abuelita; Alana llorará como siempre, mientras mi abuela me besa la cara, mis tías felices pero sin inmutarse y el teléfono de casa comenzará a sonar; sé que es Ricardo quien llama; de pronto mi celular suena despertándome a la realidad, el frio de mi habitación demuestra que estoy aquí en la siempre helada ciudad, ¿pero que mierda de vida es esta?, no puedo con el dolor y quiero estar contigo mi gran amigo, quiero nadar en el mar y acampar otra vez, mientras el tiempo no vuela, ni me exige correr y correr, aquí todo avanza de prisa y el tiempo no es nada, es una mierda como la vida que se lleva.

Acampemos de una buena vez, y sin hablar ni vernos contemplemos todas las estrellas que un cielo sin luna llena nos ofrece en el mar, hagamos el amor con quien quiera hacerlo del lugar o pensemos en las veces que lo hicimos antes, despertemos de mañana con una cruda inolvidable y desnudémonos mientras nadamos con los ojos abiertos bajo las aguas del mar turbio. nada importa ahora ni ganas de nadar tengo, es como si quisiera morir o que algo pasará, enfermo de manera constante porque no tengo ganas de vivir en este infierno, el mismo donde me condene de manera voluntaria, porque estoy encerrada aquí y no tengo ni la idea de cómo escaparme, como escapar de mi misma.

El deseo conduce a la infelicidad, por eso no quiero desear nada, no quiero desear estar allá, no quiero desear ni el invierno, ni la salud, ni a él que es como un sueño; solo quiero sentarme y esperar el invierno para poner mis pies descalzos al calor de la arena.

lunes, 26 de octubre de 2009

Cuatro tipos de rosas diferentes

Las rosas secas: el recuerdo del pasado que queda en una pequeña y deslumbrante racha, que no es más que ese gran intento de algún efímero pretendiente que regresa para invocar mis besos y caricias, para perseguir un sueño efímero y pasajero; quien no aprecio lo que tuvo y hoy al verme cree tener.

Las rosas artificiales: aquel intento de no perecer en mi vida, de ser recordando por siempre pero al cual no le desprecio los halagos, por simplemente ser eso, halagos. Ese deseo de tenerme en brazos de conocer mi olor y mis sueños, de ser mi parte. De ser quien me de galletitas en la boca y me haga volar por las mañanas.

Las rosas de papel: las gracias olvidadas de tan apreciable caballero que me hace sentir princesa cuando le veo, que me conduce por un idilio de placer no físico cuando me imprime risas de pasadas travesuras, que jamás repetiremos.

Las rosas frescas y rojas: esas hermosas rosas, son el inicio de una buena amistad, que no es despreciable a los ojos pero que no lo es todo en mí, aquí y ahora, que podría serlo pero no lo es, ni lo será hasta que tenga ganas de que así sea.

Cómico, divertido es que todas las rosas se junten aquí frente a mis ojos, mientras sonrió a mis anchas; sigan así porque quien no ha soñado alguna vez con mis piernas, pero no doy vueltas por los mismos parques, ni corto las mismas flores dos veces, ni me interesa nada de rosas por el momento, la sexualidad marca mi vida en declinaciones extremas y es menos complicado que pensar.

viernes, 23 de octubre de 2009

Terminar

Hoy terminamos la historia que empezó dos años atrás y el recuento que se hace es más complicado que excelente, nos herimos tanto por ser diferentes desde un inicio, debimos dejarlo en una cena de besos, en una salida al motel (la primera vez), en tantas idas a ver las estrellas artificiales de la ciudad.

Debimos dejarlo solo entre tú y yo, sin agentes externos, esta vez cuando marchabas debimos amarrarnos a nuestros pies y no salir corriendo ni besarnos, porque sabemos que la historia necesita dar vuelta a la pagina, porque sabemos que no somos el uno para el otro a pesar del gran amor que hay entre los dos. El espejo se rompió y duele menos ver de frente y no ver atrás del camino.

Suerte mi gran amante, mi gran amigo y que seas feliz; somos los mejores pero cada quien por su lado, e incluso reímos mas, nos enamoramos más de la vida. Una chela a tu salud y a la vida que nos espera a cada uno y que será maravillosa.

martes, 20 de octubre de 2009

Colima

Hoy mi cuarto es idéntico al de Colima, me gustaba estar en él, era feliz escuchando a mi amigo Harold Richardson por la radio a estar horas y brincar de estación en estación escuchándolos a todos; ellos que fueron mis amigos en reuniones, por el estéreo y el teléfono. Cuantas veces no escuche la canción que tengo de fondo mientras Rasta Figueroa me la dedicaba. Extraño estar en Colima, que es mío solo y de nadie más.


Mío porque nadie lo descubrió como yo; sentada muchas veces en la banca del parque central leyendo a García Márquez y escuchando a Filio en un día de lluvia de verano o viendo el amanecer del brazo de mi gran amor platónico Juanjo, mi español favorito; nadie despertaba en vacaciones para tener picnics fugaces en las apartadas orillas del centro, desayunando en la ex hacienda de nogueras antes de repasar una y otra vez las pinturas de Rangel Hidalgo, perdiéndose al correr tras los perros xoloitzcuintle que van a comer de su madre; nadie jamás hizo el amor en el hotel más hermoso que está de paso antes de pasar a Cuauhtémoc o dentro de una cabina de radio; jamás nadie tomo una buena copa de vino tinto previo a una arrachera en el Antiguo Comala y bebió un italiano después de una presentación de la rondalla Amor Mío de Colima, jamás nadie salió de mochilaso a pueblitos y de regalo encontró a su mejor amigo que gozaba del amor o encontró una laguna como apartada del mundo, solo para sí y para las 6 familias que vivían en ese lugar, El Remate.


Nadie jamás hizo todo esto con el amor con que yo lo hice y aun hoy se me aviva la carne al recordarlo y quisiera volver a tener las ganas de salir en moto y de comprar rebanadas de pastel de media noche, mientras fumábamos porrros viendo las estrellas; y bailábamos valses en el kiosco frente a la catedral, una buena taza de atole en las afueras de catedral en diciembre era la gloria de mis noches. Me gustaba vivírmela con ese niño lindo que vendía recuerditos de los perros bailarines en el callejón del centro y que en agradecimiento alguna vez beso mi boca; extraño el lugar del que me enamore con los ojos cerrados porque nadie ni nada podrá compararse con mi vida bohemia en la ciudad de los perros bailarines y de hombres que te enamoran por la gracia de pasarla platicando con el amor a flor de piel. Extraño mi Colima.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Una canción para hacer el amor

La pequeña cama individual pegaba la cabecera contra la ventada daba a la calle, de ahí podía verse la inmensa cantidad de autos que pasaban a gran velocidad, sin imaginar lo que estaba a punto de suceder en esa habitación. Yo miraba inquietante por esa ventana y en algunos momentos miraba la habitación completamente pintada de un azul pastel no tan pastel; la televisión enfrente de la cama no distraería la mirada ni la llevaría dentro de la habitación, no podría mirar dentro de ella tanto tiempo porque sabía que ahí estaba él con su cuerpo un millón de veces más sensual que todos los días pasados.

Sus ojos brillaban más, creo, por culpa de la luz artificial de la sala que destellaba en la habitación donde solo pequeñas velas alumbraban, ¿y como podía yo creer que me deseaba si sabía que el ambiente romántico era fruto de la casualidad de la mala línea eléctrica de la habitación? Imagine el calor de una noche pasional mientras lo desnudaba con la mente, mi temperatura corporal subió y mis piernas se abrieron lentamente de manera inconsciente. Me encontré al punto del orgasmo mental cuando él comenzó a caminar hacia ese cuarto, baje mi temperatura lo más rápido posible al ritmo con el que cerré mis piernas, suspiré y sin más exclame un “por supuesto” en un susurro.

Decidí voltear a verle con una sonrisa ruborizada fingiendo que no pasaba nada, él hablaba de tantas cosas que probablemente por otro medio de comunicación apreciaría de la mejor manera, pero que en esta ocasión no podía ni intentar entender por estar pensando en su cuerpo. En mente la escena romántica con él como protagonista tenía de fondo la canción de Wind of Change; ¿Más té?, me preguntó y asentí con la cabeza, pensaba que jamás había hecho el amor con esa canción y con él sería una buena combinación, pensé que podría tirarlo a esa cama individual y besarlo del cuello mientras desabrocho los botones de su ropa y podría desnudarme sobre de él mientras la luz de las velas y la luz de la calle me iluminan y mis pechos desnudos y brillosos se muestran erectos para él.

Él hablaba y yo intentaba disimular que lo deseaba mas ya era tarde y las palabras parecían terminarse, llevándose la única plática del pretexto a su fin. En mi mente él se movía lento sobre mí, misionero es la mejor posición para acariciar el rostro y besar y dejarse tocar y besar , pensé en el sabor de los labios que aun no conozco, que me sabrían a gloria y que en la mente tenían sabor a té, tabaco y vainilla, pensaba en Wind of Change, pensaba en la magia del momento de una noche gloriosa que solo sucedía en mi imaginación.

Se acabo el té y con sus últimos sorbos se fue mi fantasía y entre a la realidad, la conversación terminaba y tomaría algún camión que me regresará a casa, en mi mente el recuerdo del silbido de aquella canción, entonces me despedí y puse mi primer pie en dirección a la puerto, él me pidió escuchar algo antes de irme, pensé: qué más da; dando play al estéreo inicio una canción que me dejo atónita, era Wind of Change; yo quería decirle tantas cosas pero de mi boca no salió palabra alguna; él se sentó a mi lado y me beso diciendo: sabes… yo nunca he hecho el amor con esta canción.

viernes, 9 de octubre de 2009

Hacer el amor con ese hombre

Seria delicioso hacer el amor con este hombre y descubrirlo poco a poco bajo las luces de la noche en alguna azotea desconocida y morderle la oreja para calentar sus paciones, seria delicioso comérselo a besos y desnudarlo poco a poco mientras sonríe por verme cada vez más inquieta de tenerlo.
Seria delicioso fundirse con él en un hotel de buena categoría una noche mientras jugamos a realizar las más bajas fantasías del otro, sería más que fabuloso decirle casi sin hablar que lo deseo desde hace muchísimo tiempo, sería delicioso saber que soy su más nueva fantasía y que conspiráramos para vernos una noche y hacer el amor.
Pero mi amor platónico ni lo quiere ni lo desea y jamás me dirá que conspiremos una noche para estar juntos, así que me quedaré escribiendo textos parecidos a este con intención de desahogar mis ganas de besarle la boca y de morderle ese cuello, de saber que hay detrás de esas playeras y de esos pantalones, me quedaré con ganas de saber cómo es su cuarto y de hacer el amor con ese hombre.

lunes, 5 de octubre de 2009

Hoy te propongo un viaje

Tomaré un camión a Morelia un viernes por la noche. Y te dejaré pistas de mi maniaca idea de fugarme sin rumbo. Sueño con encontrarte a mi lado en ese autobús de media noche, y que te adelantes a mi pregunta: ¿qué haces aquí? Con un beso jamás probado. Nos besaremos sin hablar todo el camino y llegaremos a Morelia sin saber a dónde ir juntos, buscaremos un hostal céntrico con una hermosa cama para poder por fin decirnos hola en medio de un apasionado orgasmo finiquito, tal vez ahí me anime a preguntar cómo supiste de mi huida, y por qué me acompañas; pero no pretendo cuestionar tus razones para fingir el cambio de papeles por un fin de semana, tal vez al día siguiente hablaremos de todo, pero por lo menos ese día haremos el amor con las ganas que tienen dos amantes que jamás se han tocado y se desean.

sábado, 3 de octubre de 2009

Una plegaria por tí

Como te deseo mi sueño azul, me fascinas al punto de la impotencia con el mundo, me mueves y quisiera poder decirte que te deseo pero en vez de ello sonrió, espero, deseo y no hablo. Por favor pídeme que te acompañe una noche a la luna y con gusto te haría sentir en las estrellas y me volvería lo que desea, junto lo que deseas.

No pido que me ames, solo quiero lo que des una noche prueba de lo mucho que me deseas porque algo me dice que lo haces, solo deséame y disfrútalo y sé lo que quieres ser. Solo invitame a cenar y pideme un contacto para hablarme.

jueves, 1 de octubre de 2009

A mi querida puta interna:

Tengo ya más de un mes sin sexo (creo) o ya he perdido la cuenta; y lamento deciros mi querida puta que no me haces falta por el momento, quédate disfrutando de tu exilio mientras yo estudio, duermo, despierto y me voy de parranda; porque no me haces falta y ni extraño mis momentos contigo, porque no tengo aun la necesidad de sacarte a la vida real y vestirme de ti mientras grito ¡Cógeme mi rey! Y eso que desde años atrás estuviste a mi lado a toda hora y todo momento.

¿Recuerdas el uniforme de prepa? Tan corto y ajustado, que dejaba mis piernas a la luz de los delirios juveniles, ¿y nuestro amante? Mi primera experiencia con la comunicación fue en ese baño de la estación de radio donde él trabajaba, después la cabina y cuan maravilloso fue ver mi uniforme tirado tantas veces en los programas nocturnos de mi trovador radiofónico.

La prepa ¡qué momentos! ¿No crees? Rompíamos el viento de la Harley roja de Harold me sentía tan hermosa, paseando en ella en las nocturnas calles de Colima, con el pelo largo y cobrizo y presumiendo mi uniforme característico de una escuela tan renombrada como aquella, escuchábamos historias apasionantes de estrellas, de vino, de mujeres, de sexo y vivíamos los más hermosos momentos con él nuestro mejor amigo, pero bueno mi querida puta no podríamos negar que al final mi mejor amigo saco sus intenciones y pasamos de largo por esa casa que fue tan visitada.

De verdad que no extraño nada de eso, podría si yo quiero volverte a bordar a mi piel y ponerme esos baby dolls tan lindos ¿Cuál prefieres el negro, el rojo? A mí me encanta el verde es tan pequeño y transparente, el mejor regalo de cumpleaños de Kauff y Dalita, ¿o me prefieres sin nada solo con antifaz y los labios rojos, con los zapatos negros de tacón y medias lisas?

Experiencia del segundo, son los disfraces y los bailes que tanto me fascinan, ¡llámame Susi! Dije y pase a ser la nena favorita de caballero en Inglaterra, me fascinaba el persing de su pezón y por eso tú y yo nos colocamos en la nariz, en la lengua, en el labio, en el ombligo y el sexo. Pero yéndose él de mi vida se los llevo y solo quedaron sus marcas en mi piel.

La miel, las flores y la cera caliente llegaron con la desvirginación de mi joven inexperto, y los orgasmos fueron más largos, más calientes y húmedos y los gemidos fueron gritos y las lagrimas se mesclaron con el sudor y el deseo; las uñas arañaban los cuerpos; mientras el francés, el ingles y el español se fundían con las practicas mayas para hacer el amor; nos mordíamos la piel, de mañana, tarde y noche mientras nadamos, limpiamos o viajamos, y la recta a Colima se convirtió en el próximo motel y los miradores fueron nuestro escondite y admito que jamás se vio una camisola tan sensual como cuando te desnudan.

Pero todo murió, los besos ya no me provocan placer y las fantasías se alojan en una pequeña parte de mi cuerpo junto con tu recuerdo, junto con mi idea de ti, junto con esas ganas de ser la chica de esta noche, no soy una santa aun deseo fervientemente a algún hermoso caballero pero las ideas son distintas y las ganas están exiliadas por el formalidad social.

Y para ser sinceros quiero hacer el amor, y desgarrarme las ropas y bailar en el sexo contrario y juguetear a lo que se requiera, a que me amarren las manos y venden mis ojos y a lengüetear el chocolate en el tórax de un hombre a ser calladita o gritar, o ser una perra a tener mil orgasmos y nadar en jacuzzis. Pero no contigo adentro porque no te extraño, así que adiós mí querida puta interna.