Hoy terminamos la historia que empezó dos años atrás y el recuento que se hace es más complicado que excelente, nos herimos tanto por ser diferentes desde un inicio, debimos dejarlo en una cena de besos, en una salida al motel (la primera vez), en tantas idas a ver las estrellas artificiales de la ciudad.
Debimos dejarlo solo entre tú y yo, sin agentes externos, esta vez cuando marchabas debimos amarrarnos a nuestros pies y no salir corriendo ni besarnos, porque sabemos que la historia necesita dar vuelta a la pagina, porque sabemos que no somos el uno para el otro a pesar del gran amor que hay entre los dos. El espejo se rompió y duele menos ver de frente y no ver atrás del camino.
Suerte mi gran amante, mi gran amigo y que seas feliz; somos los mejores pero cada quien por su lado, e incluso reímos mas, nos enamoramos más de la vida. Una chela a tu salud y a la vida que nos espera a cada uno y que será maravillosa.
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