A mi lector

La vida cotidiana esta llena de personas con dobles identidades, y un día de desahogo sentimental decidí crear este blog con el fin de darle voz a mi cerebro, donde mis mas bajas pasiones, mis intentos de asecinato social y mi manera de pensar bajo los efectos de ocio; forman reconditas ideas. Te invito a sentir lo que yo, a odiar conmigo y a... ¡Bueno a la Chingada! solo lee si quieres ok?

miércoles, 26 de enero de 2011

Así como los malos vinos, los malos amores dejan una cruda

Estoy con eso de repasar lo vivido el año pasado; él cual describiré como una ruleta rusa con sube y bajas en todo. El amor que paso de un carril u otro sin siquiera frenarse; el peso que subió, subió, bajó, subió, y así infinitamente. El cambio de hogar, de poder y de familia. De estudiar a ser desempleada; de perder el rumbo de lo que por lo menos sé que no me gusta.

Analizando esto descubrí que lo que más friega en el pasado son los amores que están ahí, en tiempo pasado. Algunos infantiles, otros como deseos eróticos en donde te disfrazas de un personaje y que al enfrentarse a la realidad sé saben que solo fueron simples puestas en escena; cuando uno olvida siempre lo hace de las cosas que no son importantes o trascendentes pero jamás olvidas en te-quiero, alguna confesión, el grito a la hora de un orgasmo, los no-orgasmos o los intentos de baile en una habitación.

Como todo en los amores siempre quedan cosas que decir y que se quedarán en el silencio posiblemente de por vida; esas son las crudas de los amores, cuando sabes que no sé ha dicho todo, tal vez por miedo, por odio, por cobardía o porque simplemente nunca fue el momento.

Creo fielmente que esas crudas, como las peores de alcohol, jamás las podré olvidar ¿y tú?