Una recopilación de escritos y canciones de grandes artistas de los cuales tengo el placer de ser amiga. Que bueno será verles en dos fines: Reencuentro de poetas.
Desperté una mañana, con un inhabitual sabor a azúcar fresca en los labios. Vi por la ventana que llovía copiosamente florecillas azules, tan azules que se confundían con el cielo. Flanqueé un par de pensamientos tristes, los escupí por los ojos y murieron entre las flores celestes que alfombraban ya las calles. Observé cómo una bellísima mujer bailaba entre la vegetal lluvia con un ritmo hermoso que halagaba cada gota de miel en mis profundas venas. Cavilé un poco, y después de pensar un tanto más, relegué mis pensamientos a la inexistencia y sólo me dejé llevar por la danza de la dama entre las flores que ya superaban las rodillas en las calles de la ciudad.
Aunque yo no sabía bailar, sus manos me enseñaron suavemente; sopló con su aliento dulce una breve estrella palpitante que entró por mis ojos tristes y brillaron luz alegre, diáfana como el amor. Todo aquel día no pensé en nada que no fuera en la hermosísima mujer bailando entre las florecillas azules del cielo.
Hay veces que no llueven flores azules, las más de las veces diría; llueve leche amarga, café agrio, hiel púrpura, llanto amarillo, u otras decenas de cosas calamitosas y terribles. Tampoco la bella damita baila siempre, sin embargo todas las mañanas, sin que falte una sola, desde aquel día, despierto y miro por la ventana con la inquebrantable ilusión de ver las flores azules caer del despejado cielo, de admirar a la divina mujer en su celestial y seráfica danza, y sobre todo, miro por la ventana cómo se sienta apacible en la banqueta, jugueteando con sus dedillos etéreos, mi esperanza, esperando la felicidad de esos días de lluvia azul.
Canción La cara más oscura de tu amor de guapo Franco Narro
Soy la noche en que me piensas,
Un traidor en tus defensas,
La rutina de tu olvido,
El rigor de tu gemido.
Tu labor de tus peligros,
Si me ladras yo mendigo,
El silencio de tus botas,
Sacristán de tus derrotas.
Soy el fuego de tus piernas
El rincón en el que invernas
Tus urgencias viscerales
Tus morales animales.
De tus faldas la más corta
El diablillo que te exhorta
El dolor que te envenena
Y en tu cama la verbena.
Soy la cara más oscura de tu amor
Y sabes no es posible ni el anillo ni el vestido
Pero linda yo en tus mares soy la sal
Y sabes no es probable que me llames tu marido.
Pero nena soy tu errante flor del mar
Soy la lágrima que en tu almohada
Soy tu sed de madrugada
Tu cardero en tus mareas,
El tic tac cuando jadeas
Tus jardines de amapolas
Un ahogado entre tus olas
Tu cigarro por tu orgasmo
Y antes de eso tus espasmos.
La verdad en tus mentiras
El portazo si te fías
Soy cartero en tus ausencias
Soy tu gota de indecencias
Tus colapsos más mensuales
Tus victorias magistrales
El placer cuando maldices
Tu calor tus cicatristes
Soy la cara más oscura de tu amor
Y sabes no es posible ni el anillo ni el vestido
Pero linda yo en tus mares soy la sal
Y sabes no es probable que me llames tu marido.
Pero nena soy tu errante flor del mar
Su tu peor aburrimiento
Tu pudor en el cemento
Una carta que no escribes
Otro mes que sobrevives
Calladito, calladito soy tu amante favorito
La inocencia si blasfemas
Soy tu cambiemos de tema
Las pastillas en tu mano
Tu enemigo más cercano
Soy el ron en tu saliva
Tu catástrofe intuitiva
El tatuaje que le escondes
Soy tu cuando soy tu donde
El misterio de tu fama
Soy tu voz de gata en brama
Soy la cara más oscura de tu amor
Y sabes no es posible ni el anillo ni el vestido
Pero linda yo en tus mares soy la sal
Y sabes, no es probable que me llames tu marido.
Pero nena soy tu errante flor del mar
Y sabes no es posible que mi nido sea tu nido
Pero linda yo en tus mares sol la sal
Y sabes no es probable que te olvides de mi olvido mi olvido
Pero nena soy tu errante flor del mar
Soy la cara más oscura de tu amor (3) no no no no
Soy la cara más oscura de tu amor.