A mi lector

La vida cotidiana esta llena de personas con dobles identidades, y un día de desahogo sentimental decidí crear este blog con el fin de darle voz a mi cerebro, donde mis mas bajas pasiones, mis intentos de asecinato social y mi manera de pensar bajo los efectos de ocio; forman reconditas ideas. Te invito a sentir lo que yo, a odiar conmigo y a... ¡Bueno a la Chingada! solo lee si quieres ok?

lunes, 16 de abril de 2012

Los Licenciados


Los licenciados con los que me topo son sensuales, Son sabrosos, voluminosos en sus pantalones. Los licenciados se me antojas arriba y debajo de los escritorios, en las noches fuera de la oficina, en medio de pláticas aburridas y de copas de vino. Los licenciados mientras más trajeados andén más sucios me parecen en la cama. Necesito dosis de licenciados, no uno ni dos muchos licenciados para mi, algunas camas cuadradas como los mismos licenciados.

Me gustan los licenciados que son cuadros, los que aparentan, los jóvenes, los maduros, los casados, los solteros; tengo filia por los Licenciados; y creí que jamás me volvería más pervertida de lo que soy. Por sus tan propios protocolos solo termino yendo a cenar. Los licenciados tienen solo un defecto; que por diferente escusa, ninguno me ha cogido.  

viernes, 13 de abril de 2012

Asqueroso mes de Abril


Ojete, voluminoso, pedante mes jodido de Abril; llevo apenas 13 días de este mes y como diría mi adorado y sexoso amigo Ángel  -“¡Me quiero volver chango!”-  Grito dentro de mi cerebro. Ante mis ojos t odos agonizan ante un “acepto” Mi dolor de cabeza y el sarcasmo de Dios que dentro de mi cerebro se burla diciéndome “hoy me dedicaré a joderte y como me es tan divertido, serás mi juguete por unos cuantos meses”

Escucho las canciones del pasado y no me relajan, al contrario me hacen querer salir corriendo hasta detenerme en un río, en una playa, ¡en una pinche fuente pues! Donde sea que haya agua bellamente acomodada. ¡Alguien rescáteme de mi misma por favor! Mi peor enemiga duerme en yuxtaposición con mi cuerpo gritándome al oído: ¡No vale la pena!; y mis ojos ya no quieren llorar pero las marejadas del torrente sanguíneo se sienten recorriendo mi piel, lloro sangre por mis venas.

Últimamente no puedo respirar, sobre todo cuando reúno fuerzas para no llorar. Últimamente me recorto las alas para que los otros pájaros se sientan menos prisioneros.  Últimamente solo me conformo, no busco más. Nada más. La alegría de aquellos conocidos y de estos nuevos me carcome, me da ansias, me provoca estragos en la mente, en los momentos en que me encuentro atada de manos y de pies. Quiero volar y volar.

Inmundicia, putrefacción. Me doy asco, vomito mis ideas en mis sueños echados a perder. ¿Qué le queda a esta vida de mierda cuando todos se alejan y me apartan?, ¿Será que ya perdí ese toque de novedosa?  Me quiero ir a vivir al fin del mundo, donde este todo en silencio, donde todos los hombres y mujeres se queden en mis sueños, quiero que verdaderamente llegue el fin del mundo para que todos se vayan al carajo, incluso yo, pero si yo sobrevivo quiero conmigo una guitarra y un manual para aprender a tocarla, un muchos libros con mis canciones predilectas.

Solo eso quiero, por supuesto que el café, el agua, los pollos y las verduras serán verdaderamente imprescindibles pero sin la guitarra moriría, me volvería loca. Y algún recuerdo de las canciones de Philippe Jaroussky para fingir que amé a la raza humana.

Anticonceptivos

El 21 de marzo paso a mejor vida el segundo implante y ahora estamos de luto bajo entierros sin sentido y sin el placer de tener la carne viva y caliente entrando por las paredes vaginales. En este punto el sexo con un condón y con un dildo da exactamente lo mismo.

Analizando con urgencia las opciones, la misma urgencia que tiene una loba en celo, de los métodos que aminorarán las preocupaciones de las panzas enormes y los fetos que crecen me encuentro ante un sinfín de porquerías.
Vasectomía era la opción más confiable y certera pero aún quiero dejar una copia de mí en machito, así que mientras me animo o no me animo, a dejar mis hijos en este mundo, mejor que se nos resguarde la segunda parte del código de genomas.

Resignada más que convencida dí aprobación a las pastillas anticonceptivas, del lado económico no son mis favoritas pero del lado sexual habrá que comprobarlo, cuando me anime a probar que si sirven contra los embarazos y cuando las hormonas quieran volver a coger.