A mi lector

La vida cotidiana esta llena de personas con dobles identidades, y un día de desahogo sentimental decidí crear este blog con el fin de darle voz a mi cerebro, donde mis mas bajas pasiones, mis intentos de asecinato social y mi manera de pensar bajo los efectos de ocio; forman reconditas ideas. Te invito a sentir lo que yo, a odiar conmigo y a... ¡Bueno a la Chingada! solo lee si quieres ok?

miércoles, 14 de octubre de 2009

Una canción para hacer el amor

La pequeña cama individual pegaba la cabecera contra la ventada daba a la calle, de ahí podía verse la inmensa cantidad de autos que pasaban a gran velocidad, sin imaginar lo que estaba a punto de suceder en esa habitación. Yo miraba inquietante por esa ventana y en algunos momentos miraba la habitación completamente pintada de un azul pastel no tan pastel; la televisión enfrente de la cama no distraería la mirada ni la llevaría dentro de la habitación, no podría mirar dentro de ella tanto tiempo porque sabía que ahí estaba él con su cuerpo un millón de veces más sensual que todos los días pasados.

Sus ojos brillaban más, creo, por culpa de la luz artificial de la sala que destellaba en la habitación donde solo pequeñas velas alumbraban, ¿y como podía yo creer que me deseaba si sabía que el ambiente romántico era fruto de la casualidad de la mala línea eléctrica de la habitación? Imagine el calor de una noche pasional mientras lo desnudaba con la mente, mi temperatura corporal subió y mis piernas se abrieron lentamente de manera inconsciente. Me encontré al punto del orgasmo mental cuando él comenzó a caminar hacia ese cuarto, baje mi temperatura lo más rápido posible al ritmo con el que cerré mis piernas, suspiré y sin más exclame un “por supuesto” en un susurro.

Decidí voltear a verle con una sonrisa ruborizada fingiendo que no pasaba nada, él hablaba de tantas cosas que probablemente por otro medio de comunicación apreciaría de la mejor manera, pero que en esta ocasión no podía ni intentar entender por estar pensando en su cuerpo. En mente la escena romántica con él como protagonista tenía de fondo la canción de Wind of Change; ¿Más té?, me preguntó y asentí con la cabeza, pensaba que jamás había hecho el amor con esa canción y con él sería una buena combinación, pensé que podría tirarlo a esa cama individual y besarlo del cuello mientras desabrocho los botones de su ropa y podría desnudarme sobre de él mientras la luz de las velas y la luz de la calle me iluminan y mis pechos desnudos y brillosos se muestran erectos para él.

Él hablaba y yo intentaba disimular que lo deseaba mas ya era tarde y las palabras parecían terminarse, llevándose la única plática del pretexto a su fin. En mi mente él se movía lento sobre mí, misionero es la mejor posición para acariciar el rostro y besar y dejarse tocar y besar , pensé en el sabor de los labios que aun no conozco, que me sabrían a gloria y que en la mente tenían sabor a té, tabaco y vainilla, pensaba en Wind of Change, pensaba en la magia del momento de una noche gloriosa que solo sucedía en mi imaginación.

Se acabo el té y con sus últimos sorbos se fue mi fantasía y entre a la realidad, la conversación terminaba y tomaría algún camión que me regresará a casa, en mi mente el recuerdo del silbido de aquella canción, entonces me despedí y puse mi primer pie en dirección a la puerto, él me pidió escuchar algo antes de irme, pensé: qué más da; dando play al estéreo inicio una canción que me dejo atónita, era Wind of Change; yo quería decirle tantas cosas pero de mi boca no salió palabra alguna; él se sentó a mi lado y me beso diciendo: sabes… yo nunca he hecho el amor con esta canción.

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