A mi lector

La vida cotidiana esta llena de personas con dobles identidades, y un día de desahogo sentimental decidí crear este blog con el fin de darle voz a mi cerebro, donde mis mas bajas pasiones, mis intentos de asecinato social y mi manera de pensar bajo los efectos de ocio; forman reconditas ideas. Te invito a sentir lo que yo, a odiar conmigo y a... ¡Bueno a la Chingada! solo lee si quieres ok?

lunes, 13 de febrero de 2012

Que pasa cuando le deseo


Luciérnagas errantes, necesidades de carnes y sexos ardiendo. Será que la costumbre desvistió al deseo y lo convirtió en rutina y comodidad. Aun desconozco el porqué los cuerpos extraños me excita. Un polvito de esperanza de dice que algún día ese alguien a quien asedio desde años atrás me dará lo que tanto le ancio, su sexo. Y es que prender aquellos que no forman parte del selecto mundo de los hombres alfa ya no me apetece, me aburre, incluso me denigra.

Ayer soñaba que bailaba al ritmo despeinado de Duncan dhu, que tomaba mi chela como dándole sexo oral con los labios rojos y englosados. Bailaba salvaje y mi chaqueta de piel entreabierta dejaba que se reflejaran los pezones erectos sobre mi blusa blanca. Le veía y le besaba, sin importarme si a ese a quien le debo respecto me viese.

No lo sé, suelo querer estar bien pero no dejo de saborearme a esos ojos cafés y esa barba cerrada, no quiero prenderlo pero me excita saber que me desea, ¿qué puedo hacer?, ¿habrá acaso algo que le haga entender que no lo merecemos sin respeto a nadie más que a nosotros dos?

Habrá por lo menos esas dos horas de vino tinto y platicas a contraluz, donde me deje ver quién es ese a quien le tengo tantas preguntas con dudas y a quien le quiero platicar la parte de mi vida que nadie conoce. De ahí a besarlo es retóricamente parecido e igualmente satisfactorio. Es hacer el amor de manera auditiva y visual.

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