El sonido salvaje se embelese tras la cortina, el desnudo
cuerpo tuyo me provoca a la descortesía, son pocos aquellos caballeros en mi
cama, frases propias del momento me convierten en la damisela en problemas más
casi como magia después de estar desnudos el afable momento se rompe con
chillidos de puritana, bajitos y casi sin esfuerzo. Es esto la propiedad en el
lecho de una prostituta con clase. Oda a la imaginación que tan propia me
vuelve.
Un regreso poco esperado
Hace 11 años
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