A mi lector

La vida cotidiana esta llena de personas con dobles identidades, y un día de desahogo sentimental decidí crear este blog con el fin de darle voz a mi cerebro, donde mis mas bajas pasiones, mis intentos de asecinato social y mi manera de pensar bajo los efectos de ocio; forman reconditas ideas. Te invito a sentir lo que yo, a odiar conmigo y a... ¡Bueno a la Chingada! solo lee si quieres ok?

jueves, 2 de abril de 2009

Café Literario Para Uno

Te dedico estas líneas a ti mi fiel amigo solitario que vas a mi lado cuando necesito solo el ruido de mis pensamientos, la música melosa de fondo no me recuerdan a una persona solamente, me recuerda todo y a todos a la vez. Amigo, por fin pude preparar mi café como tú lo hacías, como te extraño; si pudiera escaparía ahora mismo de los deberes y correría a traerte de vuelta de tu sueño, pero la amistad no es egoísta; mejor hazme feliz siendo feliz en ese lugar de lengua extranjera y píntame en tus sueños como musa preciosa.

A ti también amigo no te olvido, estas a una llamada más barata pero en un espacio infinitamente grande en mi corazón, recuerda que la vida nos deja cicatrices que nos permiten crecer, pero tú y yo, amigo, solo nos volvemos niños perpetuos y felices, no sabes cuánto te quiero y como te extraño; los amantes mi querido amigo van y vienen tanto, que no recordaras caras solo momentos de infinita alegría, pero nuestra amistad es más valiosa e importante que eso. Recuerda que de adultos viviremos con gatos en una casucha vieja los dos solos, porque nadie nos merece.
La taza de café terminó y el miedo a hacer otra que quede tan perfecta como esta me llena. La soledad es el mejor remedio de los malos pensamientos y la perpetuidad de los buenos. Los recuerdo a todos, recuerdo las charlas de café y las tonterías en las que pensamos no solo hace años, tal vez hace meses.

Como pasa el tiempo, contemplo la silueta de nosotros, mis amigos, con la luz de las velas que dejan su denotación romántica para ser sin más ni más, el sinónimo de añoranza. Porque debo confesar que extraño esperar el amor, en la banca que da la espalda a catedral, ese amor que no llego jamás porque fue invento cerebral, pero si llego uno que otro amante del romance como yo, que me enamoró de manera singular y después como vino se fue. No sufro, uno nunca debe arrepentirse de su camino andado, digamos que cada uno me enseño algo que me hace quien soy y cuando amo soy la mezcla de todos a la vez. Cómicamente él hombre que este conmigo esta con otros hombres también.

La segunda taza no salió tan mal, es bueno pero no supera la primera y se ve que será la última porque el café sin cafeína terminó y solo queda el matar café de olla, que por experiencia se que no me dejará dormir, parece que espero pero no espero nada, pero no cambiaré mi posición estaré aquí hasta que la vida me obligue a dejar mi estado de confort y seguir mi camino, pero siempre tendré un café literario solo para uno.

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