A mi lector

La vida cotidiana esta llena de personas con dobles identidades, y un día de desahogo sentimental decidí crear este blog con el fin de darle voz a mi cerebro, donde mis mas bajas pasiones, mis intentos de asecinato social y mi manera de pensar bajo los efectos de ocio; forman reconditas ideas. Te invito a sentir lo que yo, a odiar conmigo y a... ¡Bueno a la Chingada! solo lee si quieres ok?

domingo, 23 de agosto de 2009

La pasión le gana al aprendizaje

Es verdad que en el arte del amor, mientras menos formulada tengas la vida, más maravillosa puede ser.

Te esperé la mañana acordada en las afueras de mi escuela; la vida y la imaginación no me dejaban pensar en Freud, en Thompson o Algarra, la comunicación pasaría a ser corporal en menos de quince minutos, y comenzaría mi tan ansiada clase de investigación del cuerpo humano. Debimos disimular ante aquellos que conocen el nivel tan social de amistad que habríamos de romper en cuestión de minutos, mi mochila tenia la dosis perfecta de vino blanco espumo y condones.

Te ví y un escalofrió empezó en mis pies y termino en mi sonrisa, de esas que denotan el deseo; entre a tu carro y sin pensar en consecuencias te bese, y el calor se expandió por todos lados y te quise iniciar en ese instante y debo admitir que el hecho de conocer que sería la primera de una interminable lista de mujer a tu lado me motivaba a ser la mejor y dar lo que nunca en esa tarde.

Tus besos, me dejaron sin aliento y me gusto la idea de no prender el aire acondicionado que viene incluido en el precio de la habitación, así podía sentir tu piel ardiente de deseo, la experta dejo su sapiencia a un lado para dejarse llevar por tu hermosa y melodiosa manera de tocarme.
No había tenido es deseo tan a flor de piel y la necesidad de que mi cuerpo se abriera a la necesidad sexual de un hombre con toda la extensión de la palabra, me robaste la vida con tus besos y deje de pensar y comencé a sentir como si fuera tres veces yo, el vino se tomo antes, entre y después del deseo y satisfacíamos nuestras carnes y nuestras almas que son las que más necesitaban de ese amor de atardecer.

Mojamos nuestros cuerpos con sudor, con agua y con espume caliente y sudamos las penas de dos cuerpos que se conocen por primera vez, recuerdo tu cara mojada y sonriendo de manera que provoco mil sonrisas en la mía y platicamos de todo y te comencé a querer como se quiere a la vida por ser ella.

Dormí con el cansancio del cuerpo y te vi frente a mí de traje como quien se dirige a la vida y sentí que estaba en el cielo y no quise despertar, pero la noche comenzaba a llegar y mi casa y mi mundo me esperaba para seguir su rumbo, y nos marchamos a la vida, nos besos para despedir el deseo y llegue a seguir soñando contigo y con la mejor iniciación que había dado en mi vida pero de la cual parecía ser yo la víctima y no el victimario.

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