Yo lo hice. Hace ya casi un año del suceso, de lo creí que sería dar vuelta una página con un final dudoso, sexo pasional en todos los rincones de una habitación de motel, la viva fantasía que con cada beso se vuelve realidad, el espasmo que deja atrás los ojos que vi una y otra vez, para ver frente a mi unos ojos cafés oscuros como su fueran un demonio voraz.
No hubo arrepentimiento alguno y suplicaba por cambiar de faceta. Me moje, lo moje, nos mojamos y de qué manera tan pasionalmente caótica, que posiciones tan sagaces y cuanto sentimiento de éxtasis y desmayos lubricados por besos y moretones en el cuerpo.
Los pétalos de rosas volaron por la habitación como quienes vuelan en una tarde de verano, susurre, pedí y grite su nombre diez mil veces en tiempo récor, me enamore de manera instantánea, se rompieron los lazos y las inhibiciones, las reglas quebrantaron en mi abdomen y eso que jamás pensé sentir por protección personal se sintió.
Me aparte del camino y tomé una desviación, decidí el mejor sexo de mi vida y después me enamoré, pero aún pienso que hubiese sido de mi vida de no haberlo hecho así, solo por curiosidad. Así dime ¿tú cambiarias la relación que piensas será para toda la vida por el mejor sexo de tu vida? Piénsalo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario