Jugar y hacernos tontos, fingir
que no quiero romperte la playera y lamerte completo mientras inserto mis uñas
en tu espalda. Los juegos entre amigos, entre grandes amigos tienen características
mortalmente peligrosas. Te quiero, a manera de colega, te veo como mi hermoso y
el cariño es puro y sin confusiones peligrosas; pero cuando te acercas me
prendo, fantaseó con tus ojos, con tu cuerpo, con ese olor tan peculiar de tu
perfume.
Y me surgen tantas dudas por las expresiones
faciales que te cargas, envidio que seas poco manejable por el mundo hormonal,
en mi caso mi parte primitiva se codea con la razón y con la inteligencia, ganándole
muchas veces la partida. Pero debo sincerar este cuento, es un poco mi ego desairado
el que sufre con la frialdad que reflejas, no pretendo que vengas y me beses, y
me tomes hasta el éxtasis, más mientras yo me quemo en llamas a tu lado y jugueteo
con tu cabello, tú inerte reaccionas con la misma expresión que un cacahuatero
al minúsculo de los cacahuates.
Te he imaginado en un limbo del espacio que no
existe, donde solo se encuentra una cama y los cuerpos desnudos, quiero besarte
de manera descomunal (muero de curiosidad de saber a que sabes) quiero conocer
cosas que no te conozco, no sé cómo te vez excitado, quiero descubrirte
manualmente, quiero que me hables con jadeos, sin poder nivelar decibeles.
Quiero que me conozcas como solo pocos me han conocido. Y de la misma manera
imagino que para ti, yo soy como una barbie de plástico sin sexo entre las
piernas, como la princesa que jamás tocarías, como tu hermana sin lo kinki del
incesto.
Mas así te quiero, así me
terminas alegrando la vida con el simple de los abrazos que se da entre
parientes de primera categoría. Porque más de lo que me excitas (dejando claro
que me prendes con solo respirarme en la orejita) es más lo que te adoro, y lo
que me haces feliz, lo maravillada que estoy de alguien como tú en mi vida; más
como breve nota de pie de página, si te he excitado y lo hago de menos un poquito,
déjamelo dicho entre canciones, entre pairos y derivas, no lo sé imagina que sería
lindo dejar de ser un cacahuate ante tus ojos. El cacahuate más feliz de la
tierra por tenerte como mi mejor amigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario