Huele a muerte, el aire es escabroso y viejo. Hoy día del nacimiento de Dios en este mundo mi casa por primera vez parece similar a un panteón. Tecomán además esta muerto, huele a sal y a vejez. Lo que fue tradicional ahora esta lleno de polvo y pudrerumbte. Las ancianas rezan y van a misa. Los niños ¿Donde están? Que miserable me siento. De pronto la risa de mi Reyna hace que me regresen las ganas de vivir. Que lenta es mi agonía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario