A mi lector

La vida cotidiana esta llena de personas con dobles identidades, y un día de desahogo sentimental decidí crear este blog con el fin de darle voz a mi cerebro, donde mis mas bajas pasiones, mis intentos de asecinato social y mi manera de pensar bajo los efectos de ocio; forman reconditas ideas. Te invito a sentir lo que yo, a odiar conmigo y a... ¡Bueno a la Chingada! solo lee si quieres ok?

lunes, 29 de octubre de 2012

Cinco niñas jugando a ser mujeres

Cinco niñas jugando a ser mujeres, un departamento tapizado de botellas vacías y colillas de cigarros, maquillaje, minifaldas y tacones por doquier dando señas de que es el hogar del sexo femenino. Esperando mí cumpleaños numero 21; recuerdo que a las 7 pm Sara y yo ya estábamos muy tomadas pues desde las 6 que salimos de la universidad comenzamos el previo con una botella de tinto para cada una y estas ya se habían terminado; estaba a horas de mi cumpleaños y se debía festejar como era necesario, primera clausula de la noche ningún hombre; que fácil era deshacerse del sexo masculino en esos días.
Elizabeth llego llorando por la pérdida canina de la mañana, años después lloraríamos todas por la pérdida de su vientre, solución para ello fue destapar otra botella de tinto;  la mejor escritora de columnas editoriales que tiene hoy en día el periódico Mural llego después de terminarnos esa botella, así que por Adriana tendríamos que abrir la cuarta de la noche, en esos momentos solo nos faltaba la miedosa de Brenda quien no había tenido amigas en años y a quien las cosas de niñas les daba miedo, pero era mi cumpleaños así que no tenia estaba tan asustada al arribo y como acto seguido ¡otra botella de tinto!
No teníamos miedo a vivir, a disfrutar, a retarnos y a ganar en las apuestas. Y a pesar que debíamos tomar muchas prevenciones al momento de cenar spaguetti a la boloñesa por aquello de la diabetes de Sara y Bren; aquello parecía estar incendiado ya que todas fumamos y el humo salía por las ventanas como zona industrial, a nosotras el mundo nos valia un comino.
La vida da muchas vueltas, en casa ya no se escuchan las canciones de Adriana, Sara regreso del D.F. después de una mala experiencia, Elizabeth aprendió a vivir con la perdida y el perdón, Bren aun no puede abrir sus alas fuera del hogar aunque esto la carcoma y yo ya no puedo hacer mis pijamadas de cumpleaños, ahora no es tan fácil deshacerse del genero masculino. Ser mujeres es diferente a querer serlo.

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