A mi lector

La vida cotidiana esta llena de personas con dobles identidades, y un día de desahogo sentimental decidí crear este blog con el fin de darle voz a mi cerebro, donde mis mas bajas pasiones, mis intentos de asecinato social y mi manera de pensar bajo los efectos de ocio; forman reconditas ideas. Te invito a sentir lo que yo, a odiar conmigo y a... ¡Bueno a la Chingada! solo lee si quieres ok?

lunes, 7 de enero de 2013

No debemos humillarnos ante el amor


No es difícil de entender, es más complicado de aceptar. Cuando el corazón esta frágil e inseguro no hay mejor manera remediarlo que despertar una mañana sintiendo nada, dejando en la cama el recuerdo, la pasión y concentrarse un la vanidad ególatra de cumplirle los caprichos a uno mismo.
Las dudas mantienen el mal sabor de boca de la mañana ¿aun me amas?, ¿me dices cosas hermosas para no decepcionarme de ti, para estar segura hoy y en el futuro?, ¿te quieres coger a otra? Así de sencillas son las dudas que jamás se van a resolver. Un gran amigo me decía “solo necesito que ella me diga que no me ama para empezarla a olvidar” pero no es tan simple, ella no te lo dirá nunca, olvidarla depende de ti y de tus ganas de dejar de humillarte ante el amor.
Difícil de aceptar que la vida sigue, que todos debemos de evolucionar, que las tetas de otra son iguales de apetecibles que las tuyas y que en algún punto esto va a pasar. Como si aquí no pasara de vez en vez.
El punto máximo del hartazgo es el que indica que uno se debe de alejar y salir adelante sin un amor ideal, sufrir por amor ¡que estupidez! Yo tengo demasiadas cosas por que sufrir como para anexar algo que ni siquiera tendría porque afectarme.
Si me conoces sabrás que yo nunca preguntaré más de una vez acerca de nuestra situación y nada más, que un día simplemente quebrare mi caja de cristal y empezare el proceso del desamor sin avisar, y de un solo camino, de ida. Si me amas dímelo, pues no creerás que tenga un poder para leer tu mente y saber lo que piensas. Aunque tal vez para ese momento ya sea tarde. Jamás hay que humillarse por amor.
Hoy como una marejada de ideas me llego esta, al ver que en siglos no ha cambiado la desesperanza del amor, esperamos cartas, señas auditivas, esperamos llamadas, esperamos mensajes y post en facebook y en twitter. Encontramos vagas expectativas de lo consideramos cierto y lo anexamos a nuestro sistema. Ella puso, él puso, ella escribió, él contesta. Pero jamás son directos, jamás son reales. Por eso ¡basta de estupideces! No debemos humillarnos ante el amor.

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