No me pidas dejar de quererte
Mucho menos pidas retornar
Volver contigo, volver a ti
A tus ojos, tus gustos, tú sólo.
Las transformaciones nocturnas,
El opio del perfume de ti,
La pelusa de tu cabello;
Cosas para no derrumbarme.
Me acuesto siendo líquido,
De pronto, no más oxigeno.
El calor de la noche mata,
Calor de noche, hierve sangre.
Me convierto en gaseoso
Y deambulo como nube.
Te veo dormido y desnudo
Y sin mí, y sin extrañarme.
¡Y me lleno de rabia por ti!
Porque ya no puedes sentirme,
Me precipito en mi cama
Y yo, soy lluvia desprendida.
Un regreso poco esperado
Hace 11 años
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