A mi lector

La vida cotidiana esta llena de personas con dobles identidades, y un día de desahogo sentimental decidí crear este blog con el fin de darle voz a mi cerebro, donde mis mas bajas pasiones, mis intentos de asecinato social y mi manera de pensar bajo los efectos de ocio; forman reconditas ideas. Te invito a sentir lo que yo, a odiar conmigo y a... ¡Bueno a la Chingada! solo lee si quieres ok?

domingo, 17 de abril de 2011

Autobiografía

De niña miraba el sol sin que derritiera mi retina; creo que Dios quería hacerme más especial que el resto. La rebeldía de mis pasos se formaron bajo el humo de los sueños y las grandes charlas con marihuana; el amor llego mucho después del sexo y cuando ya había aprendido a amar el sexo antes que el amor. Jovensuela coqueta que paseaba por las calles de Colima con los lentes oscuros y los labios rojos; seductora y seducible de quien prometiese ser mas venerable que el resto de los mortales.

Enamorada el amor mismo, que paso a ser precavida hasta en el momento de hacer el amor, pensando: “¿Será bueno ese tipo como amante?”, porque si no está uno enamorado lo primero que importa es que valga la pena la cogida; ¿deberé enamorarme acaso?

Claro que me he enamorado, pero demostrarlo es más difícil, jugar a ser una adulta de la mano del adulto que me lleva a su cama noche a noche no siempre resulta fácil; me río del recuerdo, cuando ese adulto me dijo que me intercambiaba por las alas de la libertad, en ese momento que me bateaban yo solo pensé ¿y ahora con quien carajos voy a coger?, cuando mi corazón sufría la pérdida de un romántico e inteligente hombre.

El deseo murió con el tiempo; bajo las sabanas de nuevos amores y nuevos repuestos de esos amores, los medios tiempos; pero las ganas de un buen café se irán conmigo a la tumba. Los amores que llegan tan escogidos como el examen de admisión de la universidad para que no destruyan ni los ánimos, ni el alma.

El amor, mi gran amor, ese es Colima; traicionero, muchas veces deja abajo pero en su mayoría romántico, filosófico y alegre, a ese Colima yo le hice el amor en cada rincón, lo bese en sus ruinas, penetre sus raíces y le lloré hasta el cansancio; me enamoré de sus gentes, de los pueblos mágicos y de su trova; los hombres más sensibles y hermosos salen de sus calles y las mujeres mueven sensuales las caderas para intentar reproducirse. En sus pueblos aprendí a ser mujer, a beberme la vida en fiestas patronales, a desilusionarme de los hombres y odiar mi mala maña de soñar despierta en un mundo siempre feliz.

Ya no soy una jovensuela mal criada, soy una mujer que ha olvidado que es lo que realmente quiere y esa mujer sabe que quiere meterse entre tus sabanas pero no sabe si quiere vivir bajo ellas el resto de su vida, no puedo decir que he encontrado hasta hoy el hombre que volqué sentimientos hasta el fin de mis días, ninguno me ha dado una promesa de que me querra hasta el día de mi muerte y no los culpo, yo misma me resigne a vivir conmigo, es injunto que alguien deba cargar mi cruz.

Sé que personas extrañan mi sonrisa años después de dejarme libre y tal vez, aún me amen. A veces creo que me siguen amando, y yo los amo, pero no los deseo. Filio dice que al final recuerdas el lugar donde hiciste el amor pero no de la persona, por eso yo amo todo después de un final.

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