A mi lector

La vida cotidiana esta llena de personas con dobles identidades, y un día de desahogo sentimental decidí crear este blog con el fin de darle voz a mi cerebro, donde mis mas bajas pasiones, mis intentos de asecinato social y mi manera de pensar bajo los efectos de ocio; forman reconditas ideas. Te invito a sentir lo que yo, a odiar conmigo y a... ¡Bueno a la Chingada! solo lee si quieres ok?

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Niña mala a la calle a jugar


Me gusta esta sensación de perra que ya no es tan común como antes, me preparo para una noche como ninguna, donde la locura y la ansiedad se mezclan con el vino, la fiesta y el recuerdo. Mis amistades me esperan y me esperan sola, sin acompañante. Ellos saben que cuando estoy sola Fercha sale a la luz y la tierna Fernandita se va a dormir.

Esto es algo ritualista, medio sagrado pero no santo. La ropa esta lista junta con los zapatos, la actitud y las pastillas para durar toda la noche. Es hora de que bailando deje los recuerdos a un lago y le diga adiós a las esperanzas del corazón, esa noche será solo nuestra ni terceros ni cuatros invitados, solo nosotros igual de insaciables y ritualistas.

Poco cada uno de los elegidos esta siendo invitados y los puntos de desahogo social están comenzando a colocarse en el mapa. Ya pronto estaré en el lugar para bailar y cantar hasta el amanecer. A diferencia de otras reuniones con barbaros y con trovadores en esta reunión se ve glamour, egocentrismo y muchas botellas de vinos y whisky. Todos formales porque así somos los narcisistas.

La niña mala saldrá a las calles sedienta de alcohol y música con bit, una etapa que hace años no vivía, rodeada de mis mejores amigos no soy mas que una reina con sequito, pero esta vez no jugare con los hombres a mi alrededor, esta vez no desechare machos uno tras otro después del primer vaso de whisky y del primer índice de que no tienen cerebro; ya no es como antes, estas son las grandes ligas donde saberme y no poder acercarse hace la diferencia.

Tengo mi sonrisa malévola, las ganas de ver la los demás por el hombro y el fastidio de sentirme rechazada por personas importantes que no pueden verme. Así que no hay mas condescendencia, “Fercha es Fercha” decían cuando alguien preguntaba de mi, la única manera de saber quien soy es a mi lado. Fercha es un cumulo de valemadrísmo social junto con un alto egocentrismo personal y un alterego que la defiende de sus propios sentimientos junto a muchos amigos que la ayudan a definirse como es. Eso se verá el sábado por la noche. Esa fiera saldrá como hace años no, y todos sabrán que así ha sido aunque no me conozcan.

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