Los niños de mi vida

La realidad de las cosas, me duele la conciencia, a diferencia de otras ocasiones los niños de mi vida no son tontos insensibles que intentan divertirse un rato. Los tres son maravillosos, amables y caballeros son la clase de niño por lo que una mujer daría su vida, es increíble ver como alguien te quiere al punto de no tenerte y dejarte ser libre mientras aprovecha solo los instantes que le des de libertad para dejarte amar.

No sé cómo fue pero sucede y no me di cuenta, de pronto pienso en ellos por igual, creo que es una locura saberte tan amada y que esperen que decida por alguno, por aquel que quiere regresar después de pasados los años, por aquel que te conoce como su gran amiga y que quiere ser tu gran persona, por ese que tiene mas posibilidades porque fue lo más importante en mi vida pasada.

Para que seguir jugando si no quiero herirlos, si los quisiera de esa manera estaría a su lado ya, pero mi corazón no quiere olvidarte a ti que no fuiste sino el más inesperado de todos y que me dejaste sentada en una silla esperándote. No sé que siento, en mi corazón estas solo tú, pero en mi mente ellos tres.

Mi trovador, que felicidad saberte pendiente de mi felicidad matutina y vespertina, las platicas telefónicas son maravillosas pero no recompensas los cafés de tu casa, ni las historias pasadas, no perdonan que tus ojos se clavaran en mi la primera vez que entraste en esa puerta del colegio. La guitarra y tu sin playera son lo más romántico que he visto y eso jamás se borra.

Mi príncipe, eres un caballero que me trata como la rosa más bella como la niña de tus ojos y esos ojos me dijeron “amor” desde la primera vez que los vi y tus abrazos son mi refugio contra las lagrimas y las tristezas amorosas, tus labios son tan puros que si los beso de nuevo estaría atentando contra lo sagrado.

Mi ave fénix, resurges entre las cenizas de mi corazón, eso que pensé jamás volver a sentir por ti es ahora la razón suficiente para llenarme de sonrisas, eres la locura del mundo y las platicas mas amenas y los tés con leche me dejan el corazón repleto de ti, los viernes a tu lado son tan maravillosos, me conoces tan bien que sabes perfectamente como entrar de nueva cuenta a mi vida sin que me sienta agredida y de pronto, sin ninguna razón aparente, quiero besarte.

Los nuevos niños de mi vida que son personas importantes que dejaran su huella en mi corazón por ser quienes son, príncipes trovadores que son aves fénix.