Después de hacer el amor me fumé tu cigarro, ese que guardaba esperando que vinieras por el, algún día que estuvieras listo para volver a mí. Lo fumé porque no lo harás y con su fin termina un sueño hermoso, mágico y que si hubieses querido hubiese sido interminable. Lo fumé cuando mi deseo de ti termino y sin quererlo no esperarlo la magia comenzó en otra cama, inexplicablemente sus ojos se convirtieron en lo único que quiero ver.
¿Enamorada? No aun no lo estoy, será mejor respuesta decir que estoy impactada que después de ti no creí que alguien me pudiese dar tanto, tanto y sin pedirlo, tu cara se fue volando con las velas y los pétalos de rosas, esas que pensaba poner a tu regreso ¿Qué ironía no crees?
El juego termino y comenzó una muy bella realidad, la de él, un alguien que me hace olvidar a los demás, a ti y a los juguetes. Termino el juego con tu frase de “me la estoy llevando muy bien con ella” y no te miento en ese instante sentí celos, los mismos que no existen más, los que queranos hundidos bajo las sabanas de una cama y bajo el agua caliente de un jacuzzi.
Fuiste lo mejor en su tiempo, ahora solo viviré lo que le corresponda de mi vida con el que cree que el amor no se piensa: se siente o no se siente; termine mi ciclo y un adiós entro a la habitación cuando me fumé tu cigarro.
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