A mi lector

La vida cotidiana esta llena de personas con dobles identidades, y un día de desahogo sentimental decidí crear este blog con el fin de darle voz a mi cerebro, donde mis mas bajas pasiones, mis intentos de asecinato social y mi manera de pensar bajo los efectos de ocio; forman reconditas ideas. Te invito a sentir lo que yo, a odiar conmigo y a... ¡Bueno a la Chingada! solo lee si quieres ok?

jueves, 27 de noviembre de 2008

Báilame lento de noche mientras aullamos

Tengo ganas de escuchar esas canciones rebeldes del pasado, de verte, de ponerme la gorra vieja de aquellos años y de amar. Cantar lento y que me bailes, bailas sin sentido todos juntos como hermanos y beber café con hielo y con piquete, y esa torta grande de jamos y pierna y panela con todo y tratar de morderla todita con mi boca pequeña desparramándola toda.

Agarrar la guitarra y fingir que se usarla, que la quites de arrebato y comiences a cantar con los pulmones llenos de aire de furia, y de que me pides que sea tu corista, la más tierna, la pequeña de mi, tu trocito de amor, tu pequeña nada, porque eso somos, una nada.

¿No me ves? He crecido, son unos cuantos años mas a cuestas y un montón de experiencias, de tirar inocencia por el mundo y de crecer, crecer a lo inevitable, pero hoy no, hoy quiero cantar esas cosas extrañas que cantaba contigo y jugar con los perros mas lindos de mi mundo y correr sin tener que pensar que las niñas de mi edad no lo hacen.

Paseemos por la cuidad, mientras la tarde nos da luz y de noche fumemos la manzana de la paz con la estrella más bella de mi cielo, esa donde viví mi infancia y que aun espera a que regrese.
¡Una moto! ¡Sí, eso quiero! Y quiero un pay de tres leches y uno más de chocolate, y quiero ir a los pueblos de mis sueños y ser de nuevo la mejor aventurera del lugar, quiero cocinarte una tarde y morderte una mano, como solía hacerlo años atrás.

Porque hoy te extraño tanto y sé que tu también, ¡guaaaauuuuu!, mi elefante azul, hoy te extraño, mi bro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Voilà, voilà! Magnífica...