Hoy en clase del buen sabelotodo no dejaba de pensar en el pasado, en él, en mi, en lo que fue. Pase lo que pase no puedo ignorar su inteligencia, lo sabe todo, todo lo intelectual pero del corazón casi no sabe nada, y de la amistad tampoco, por lo menos de mi no, tal vez yo no soy compatible a su tipo de amigo ideal, tal vez me cree una estúpida chiquilla que no deja de ser lo que ya es.
Y aunque su parecer cambiara ya no puedo verlo más que un sabelotodo, un amigo ya no. Es cómico, divertido pero sus palabras hicieron una herida incurable porque solo él puede curarla y ni quiere, nunca lo va a hacer, no se a que le teme, no le amo, lo admiro, pero no hay amor aquí para él, no así, no para él. Enamorada ya estoy de alguien que no es perfecto pero que es para mí, por lo menos en esta época.
Jamás hubiese abusado de él, de su confianza, de sus ideas, de nada. Fui irresponsable lo reconozco, por no manejarme como era debido, pero eso ya pertenece al pasado, pero de eso a traicionar su confianza hay un rio de diferencia. Era mi hermano mayor, mi maestro, alguien que yo apreciaba y admiraba como sabelotodo y como humano.
Es como cuando te desenamoras, pero con un toque que diferente, los sabios intelectuales no tiene porque ser sabios de relaciones sociales. Pero espero que no rompa mas corazón a jóvenes que desean ser como él cuando sean grandes.
Un regreso poco esperado
Hace 11 años
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