A mi lector

La vida cotidiana esta llena de personas con dobles identidades, y un día de desahogo sentimental decidí crear este blog con el fin de darle voz a mi cerebro, donde mis mas bajas pasiones, mis intentos de asecinato social y mi manera de pensar bajo los efectos de ocio; forman reconditas ideas. Te invito a sentir lo que yo, a odiar conmigo y a... ¡Bueno a la Chingada! solo lee si quieres ok?

jueves, 20 de noviembre de 2008

Él, que siempre regresa a mí

¿No sientes que algo quedo pendiente? Parece ser que todo está arreglado, que la vida sigue y que podemos ser felices hasta la eternidad. Pero ahora me siento como si necesitara empezar a buscar amor, ese que tú no me das, ese que no es terreno, recurro a mi amor platónico, ese que nunca me deja y siempre está para acompañarme, mi viajero.

Un amor que se desprende de un libro de romance y se hace vivo en mi imaginación. Su pelo ahora es mas café, ha cambiado, pero aun lleva esa guitarra con la que por las noches me canta. El mismo parque, en mi pequeña capital, en mi pequeño mundo, una rosa siempre inicia nuestro romance, seguida de su nombre y el mío, como presentación oficial, platicas eternas de sus viajes por el mundo, de mi vida tan simple y tan normal, y de ahí las miradas que dejan sin aliento mi cuerpo, es momento del adiós que se sella con un beso que pasa de cálido y sin aliento al más apasionado romance fugas con ganas de un mañana. La noche pasa lenta con su mira en mis pensamiento, me baño lento con velas y agua caliente, lo respiro.

La mañana es muy corta para poder verme más linda que ayer, mi falda es azul tipo gitana, combina con su aura, llevo una blusa blanca de manga corta y un collar de corazón, zapatos azules de piso y mi morral favorito con mi libro favorito de García Márquez.

A lo lejos el caminando así mí, me pongo tan nerviosa que termino sonrojándome toda antes de su último paso. “Hola preciosa” dice con esa voz firme pero suave, “Soñé contigo la noche entera” dice al sentarse a mi lado. Yo no sé qué decir, me roba un suspiro que provoca una sonrisa de sus labios, esos que quiero comerme a besos, pero que no puedo besas, porque no tengo el valor.

Conocerte, saber de ti, creer que eres lo máximo en la vida, que no puedo estar mejor, que lo has hecho todo en esta vida, menos amar, amar como yo quiero amarte, mi viajero, y que me ames, tan cálido y lento, con noches enteres de besos y sudor. El calor de la tarde que pronto terminara, sus manos por mi cuerpo, la segunda cita y ya conocí tu corazón. Intento que la gente no vea mi humor cambiado, que no sepan de esa tarde de amor en el cuarto del hotel céntrico.

Mañana la cita cambiara a la penumbra de la noche, las velas enrojecerán el ambiente y la ventana que da a la plaza central estará abierta, mi viajero cantará un par de canciones que me provoquen besarlo, por eso la tercera terminará antes de tiempo con un beso mío arrebatándole la voz. Mi viajero me besa hasta llegar a las sabanas blancas y quitara de mi todo con besos, menos mi collar de corazón

Siento que todo me da vueltas, no quiero que termine nunca ese momento, bésame mi viajero hasta que no puedas mas, desnudos con la luz de las velas y la luna, platica mas de ti, de tus viajes, dime que no quieres marcharte, o que quieres que vaya contigo a todos lados, que hagamos el amor en cada pueblo, y besarnos a los ojos de todos sin ocultar nuestro amor.

No hay comentarios: