Tu luz es cálida y es frágil; el viento que mueve mi pelo no va enfría mi mente, mantiene cálido mi corazón. Eres bello, tus ojos me muestran un mundo más allá de lo táctil. La luna muere y renace con la luz del día que me perturba y mata mis sueños con tus muslos, esos que alejan de mi cada miedo y deja que me muera en dulce y gozosa armonía.
Quiero música lenta para bailar entre tu cuerpo, para mimetizarme con tu alma, para volvernos unos solo y perder mi mente con tu olor. Ese olor que me penetra las carnes como tu, pero que se queda después de que te vas.
Vuélveme a la vida, renáceme y ponme nombre, hazme tuya y son de tu propiedad, porque no quiero dejarte, mi viajero.
Un regreso poco esperado
Hace 11 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario