Oscuro, erótico, oscuro, nuevo gusto…
Un pie puede ser el elemento más pasional del universo, cálido. Hoy tengo ganas de desnudar tu pie, de quitar esos tipos de tenis cafés y maravillosamente acomodados; no conozco calcetín alguno tuyo y anexo lo conocido con lo que proporciona la imaginación.
Pero ese pie ¡Que Dios me libre! Tan suave, cálido, blanco.
La luz, la no luz, tu olor, tu pie. Esa sonrisa me mueve a masajear, a buscar tus cosquillas, a besar, si me dejaras inclusive lamer y saber si tienes cosquillas en los pies.
Pero ese pie ¡Que Dios me libre! Y que me libre de todo lo demás, que si un pie me vuelve loca, el resto de tu cuerpo me quitará el aire y hará que muera un millón de pequeñas muertes.
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